Daddy Yankee ya solo tiene gasolina para Dios

Ni con “gasolina”, ni “despacito”. Ahora, las palabras de Daddy Yankee solo se dirigen a Dios. Y es que, tal como anunciaba el pasado mes de diciembre, el famoso cantante es ahora pastor de la Iglesia evangélica, y ha reaparecido este domingo, con su nombre de pila, Raymond Ayala, en una iglesia en Puerto Rico, donde, ofreció por primera vez un sermón.

El retirado artista admitió ante los fieles presentes en la iglesia ‘Refugiados en su Presencia’ que “el orgullo” fue lo que le separó de Dios durante su carrera artística. “Hoy quizás yo estuviera en una gira haciendo millones de dólares, pero yo estoy aquí completamente gratis y tengo un gozo que no me ha dado el mundo”, aseguró.

El video que se ha vuelto uno de los más vistos en las últimas horas en redes sociales en el que se puede ver al excantante puertorriqueño, Daddy Yankee, mientras da sermón en una iglesia, ha levantado la intriga de sus fans, para poder asistir a una de sus misas.

La locación del templo religioso no se conoce exactamente, sin embargo, se sabe que es uno en Miami, Florida, por lo que esto ayuda a reducir el territorio en el que los internautas deben buscar para poder escuchar la palabra de Ramón Luis Ayala Rodríguez en persona.

 “Veinte años me costó volver aquí, pero el orgullo fue lo que me separó de Dios… El orgullo. Por eso es bien importante cuando estamos en el camino reconocer nuestra debilidad, porque el ser humano no nace con humildad. El ser humano nace con orgullo”, añadió, concluyendo que los seres humanos tienen “la humildad a través del Espíritu Santo» y que dicha actitud «es la raíz de toda justicia”.

Ramón Luis Ayala Rodríguez anunciaba este radical cambio de vida en un concierto en su ciudad natal, San Juan de Puerto Rico, el pasado mes de diciembre. “Esta noche reconozco y no me avergüenzo en decirle al mundo entero que Jesús vive en mí y yo viviré para Él”, entonó el artista, que confesó haber vivido un proceso de conversión personal.

“Me pude dar cuenta de que para todos era alguien -relató-, pero yo no era nadie sin Él. Pude recorrer el mundo durante años, ganar muchos premios, aplausos, elogios, pero me di cuenta de algo que dice la Biblia: ‘¿De qué sirve ganar el mundo entero si pierdes el alma?’”. “No sigan a ningún hombre. Yo soy un humano. A todas las personas que me siguieron, sigan a Jesucristo, que él es el camino, la verdad y la vida”, llegó a exponer desde el escenario.