Taylor Swift llora ante la entrega del público mexicano

Por Ana Mónica Rodríguez.- El furor por Taylor Swift se evidenció en el delirio festivo de los swifties, que llegaron desde muy temprana hora, y algunos se quedaron a dormir desde la víspera, en las inmediaciones del Foro Sol y ser testigos del gran día, del concierto del siglo, en la primera de cuatro fechas de The Eras Tour.

Por fin se cumple un sueño que costó dinero, tiempo y una que otra envidia, dijo una joven ataviada con minifalda, chaqueta, botas y sombrero en color rosa brillante.

Hacia mediodía, el público, ya derrochaba entusiasmo y se dedicó a recorrer las numerosas carpas colocadas cerca de la entrada 6, donde pudo hallar desde playeras, sudaderas, chamarras de mezclilla bordadas, gafas (en forma de corazón), gorras, sombreros, coloridas pulseras (bordadas o luminosas) y pósteres, todos con la imagen, logotipo o nombre de Taylor Swift.

El ambiente era familiar, de amigos, de camaradería, paseaban entre las carpas que ofrecían los souvenirs no oficiales de la intérprete de Blank Space: playeras y sudaderas en alrededor de 350 pesos, y chamarras 600.

En las banquetas, en Río Churubusco, otros vendedores informales ofrecían las playeras y los impermeables a 100 pesos.

También se vendían prendas de la marca oficial como playeras a 700 pesos, playera manga larga 800, camiseta 700, sudaderas de mil 500 y 2 mil 500, pulsera mil 200, tote bag 600, canvas mil y póster 400.

Además, hubo tamales dedicados a la estrella estadunidense, así como bebidas para refrescar la espera, y tacos, hamburguesas y hotdogs.

La tarde de ayer estaba tranquila. Elementos de seguridad de Ocesa y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana montaron dispositivos pasada la una de la tarde en los alrededores del recinto. El tráfico era denso en Viaducto, Añil yChurubusco.

A esa hora, los que eran parte de la selecta área VIP fueron ingresando; mientras los demás debían esperar hasta pasadas las 16 horas para acceder al inmueble. La ventaja es que había donde distraerse, porque entre los largos caminos que unen al autódromo y al Foro Sol se colocaron módulos con la imagen de la cantante, ideales para capturar las infaltables selfis.

Los estacionamientos ubicados alrededor del recinto, antes de las dos de la tarde estuvieron muy concurridos, a pesar de los 250 pesos y de una propina de 100 adicionales si se buscaba dejar el carro en un lugar más cercano a las puertas.

Si TicketMaster recurrió al registro Verified Fan para la venta de boletos, en los accesos al inmueble también se invitó a continuar con lo que marca la diferencia: Haz tu check in y luego continúen con el acceso VIP Experience.

La lluvia comenzó a caer alrededor de las cinco de la tarde, pero los fans no desistieron. Decreta que es pasajera, dijo un joven a su amiga, mientras un helicóptero recorría el cielo en torno al inmueble de Iztacalco que vibrará cuatro noches con The Eras Tour.

Una de las fanáticas reseñó en redes sociales: “Vuelos aterrizando con música de Taylor Swift, autobuses swifties en Reforma, horario de Metro ampliado, medios de comunicación cubriendo los conciertos… Es el mundo de Taylor Swift, nosotros sólo vivimos en él”.