Jóvenes de una escuela particular de Mérida realizan el ‘Knockout Challenge’
La imagen de un joven que pierde el conocimiento, luego de que un compañero le realiza el ‘Knockout Challenge’, al presionar su pecho por varios segundos, encendió las alertas en diversos círculos sociales de Yucatán, debido al riesgo que esto genera.
Se sabe que este video fue grabado en una institución particular de Mérida, y en él se ve como los testigos solo se ríen, en tanto el joven se vio afectado por el hecho.
Al respecto, el maestro e investigador de la Facultad de Psicología de UADY, Paulino Dzib Aguilar, alertó sobre las implicaciones de estos “retos virales”, pues señala que significan un alto riesgo para quienes los practican.
“Los niños que no terminen con algo fatal, van a terminar con un daño que, muy probablemente no observen porque se acumuló, y posteriormente esto, va a tener una aparición de qué, van a tener problemas motrices, de articulación, dependiendo la parte del cerebro que se pueda dañar”, explicó.
Aparentemente no hubo un daño significativo al joven que perdió el conocimiento en la grabación, aunque el experto consultado reconoció que existe una alta posibilidad de que haya trastornos en el futuro, debido a que se generó una pérdida de oxígeno.
Educar a los jóvenes para reconocer riesgos y prevenir daños
Ante este panorama, insistió sobre la necesidad de enseñar a los jóvenes a vislumbrar el riesgo, pues a través de estas prácticas, se expone al cuerpo a experimentar daños importantes.
Se recalcó que es importante que a nivel hogar y escuela se establezcan herramientas para evitar este tipo de juegos, evitando exponer a los jóvenes a imágenes explícitas.
“Eso es un grave error, porque lo único que están haciendo es motivando la curiosidad. Eso no lo deben hacer. Lo que sí deben hacer es explicarles que cualquier parte de nuestro cuerpo que pierda oxígeno, lo estás poniendo en riesgo. Esta falta de oxígeno, se dañan ciertas zonas, que a veces en el momento, no ves el impacto”, apuntó.
Se recalcó que evitar estas prácticas es una responsabilidad compartida de toda la sociedad, aunque es la familia y las instituciones educativas, en donde se requiere cerrar este circuito y se prevengan estas conductas que ponen en riesgo la vida de los jóvenes.
ACOM