El Sirio Bashar al Assad y su familia huyeron a Rusia

MOSCÚ (AP) — El derrocado presidente sirio Bashar Assad y su familia están en Moscú y han recibido asilo, reportaron el domingo agencias rusas de noticias.

Las agencias Tass y RIA citaron a una fuente del Kremlin no identificada. The Associated Press no ha podido verificar esto de manera independiente, pero ha contactado al Kremlin para pedirle información.

RIA reportó también, citando a una fuente anónima del Kremlin, que los rebeldes sirios le han prometido a Rusia la seguridad de las bases militares e instalaciones diplomáticos rusos en Siria. El reporte no tenía más detalles.

Se había reportado previamente el domingo que Assad salió de Siria.

El final esta madrugada de la familia Al Assad, tras más de medio siglo gobernando Siria con puño de hierro, representa la eliminación de un instrumento de cohesión concebido a golpe de atrocidad contra el pueblo sirio y la apertura de una nueva era marcada especialmente por la guerra civil precedente, así como por la existencia numerosos grupos políticos y armados diseminados por el país, condicionados muchos de ellos por potencias extranjeras como Estados Unidos, Rusia o Turquía.

El presidente sirio, Bashar al Assad, ha dejado el poder por la fuerza, incapaz de contener el avance imparable de un heterogéneo colectivo de fuerzas de oposición que comprende a yihadistas, milicias kurdas cargadas de reivindicaciones históricas, grupos armados rebeldes asistidos por Turquía y un conglomerado de facciones locales del sur del país. Su régimen ha caído después de una ofensiva de estos grupos de oposición desde varios frentes, principalmente desde el noroeste y el sur del país, más el empuje adicional de los grupos kurdos en el noreste sirio.

Las primeras horas de la Siria sin los Al Assad han estado marcadas por llamamientos internacionales a evitar la “balcanización” de un país donde ahora mismo coexisten una administración kurda establecida en el noreste (la Rojava), un bastión yihadista en la provincia de Idlib y un vacío político en una capital que se está convirtiendo a lo largo del día en el germen de un esfuerzo para comenzar un diálogo de transición, de resultado todavía incierto, en especial después de 15 años de guerra civil que ha costado más de 350 mil vidas y una crisis humanitaria catastrófica, según la ONU.

Con información de AP y Europa Press.