Dañan piezas arqueológicas de invaluable importancia en el Chichén Viejo
La urgencia de quedar bien con el presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita de este sábado 2 de septiembre llevó al Ejército a intervenir con maquinaria pesada para abrir una brecha y cumplir con la reapertura de Chichén Viejo. Pero se dañaron piezas arqueológicas de invaluable importancia histórica.
En las fotografías a las que se tuvo acceso aparecen piedras talladas, una cabeza de “chacmol”, vestigios con inscripciones antiguas, tallados con la imagen de Kukulkán y otros materiales, obviamente no clasificados.
Este material podría ser ocultado para evitar que se finquen responsabilidades a quienes autorizaron los trabajos de apertura del acceso. Se violó una larga serie de trámites y procedimientos que podría costarle el puesto al recién nombrado director de Chichén Itzá, José Francisco Javier Osorio León, y también al director nacional del INAH, Diego Prieto Hernández.
Los arqueólogos y vigilantes de la zona documentaron que la apertura del nuevo trazo careció de la aplicación de protocolos de salvamento. Es un hecho que el Ejército desconoce los protocolos para realizar senderos, accesos o cualquier trabajo especializado en Chichén Itzá.
La orden dada, aparentemente, era abrir el acceso de manera expedita, sin considerar los procedimientos necesarios para preservar y resguardar el valioso patrimonio arqueológico presente en Chichén Viejo.
La reapertura de Chichén Viejo estuvo por encima de la aplicación de medidas de protección y salvaguardia para el patrimonio cultural y arqueológico de la región.
ACOM