Cierran una escuela por actos de brujería…y política en Cuzamá

Un grupo de madres y padres de familia de la escuela secundaria Miguel Ángel Hercilas Avilés de Cuzamá, bloqueó el viernes pasado la entrada del colegio, exigiendo explicaciones a la directora Lurdes Moreno sobre supuestos actos de brujería realizados en varios salones la noche del martes pasado. La protesta se intensificó después de que el presidente municipal, esposo de la directora, acusara en un video al candidato del PAN de estar detrás de estos hechos.

El incidente ocurrió el miércoles por la mañana cuando los alumnos encontraron la escuela cerrada y esperaron afuera durante más de una hora. Al ingresar, recibieron órdenes de los maestros de no tocar nada debido a la presencia de símbolos de santería, incluyendo cenizas y cruces de cartón. Los intendentes ya estaban retirando estos materiales del ritual realizado la noche anterior. 

Los estudiantes, asustados por lo que vieron, contactaron a sus padres, quienes llegaron al colegio para recoger a sus hijos. Los padres firmaron para sacar a sus hijos de la escuela, y aquellos cuyos padres no pudieron acudir fueron autorizados por otros padres. 

Los padres criticaron a los maestros por permitir que los alumnos ingresaran al plantel en esas condiciones y no haber llamado a las autoridades policiales. Como resultado, muchos alumnos no asistieron a clases el jueves debido al miedo. 

Las madres inconformes señalaron que la directora acusó a un candidato político de estar detrás de estos actos de brujería. Cuando la directora llegó a la escuela, no pudo ingresar debido al bloqueo de las madres en la entrada. Lurdes Moreno declaró que todo parecía una broma y que el incidente había sido reportado a la fiscalía general del estado y a la SEP. 

Antes de la llegada de la supervisora de la zona, Silvia Noemí del Socorro Alamilla Solís, las madres estaban divididas: algunas querían que la escuela permaneciera abierta y otras exigían explicaciones sobre los actos de brujería. La supervisora medió un diálogo entre ambas partes, planteando la necesidad de cooperación para el crecimiento de la escuela. 

Las madres discutieron varios puntos, incluyendo el respeto en el trato entre alumnos y maestros, la calidad de los alimentos en la cooperativa escolar, y la implementación de una cooperación voluntaria de cien pesos por alumno para la compra de cámaras de vigilancia. También solicitaron la presencia de un psicólogo escolar y de un prefecto, debido a necesidades específicas de los estudiantes. 

La supervisora exhortó a los padres a involucrarse en la educación de sus hijos, destacando que el ochenta por ciento del aprendizaje ocurre en casa y el veinte por ciento en la escuela. Al finalizar la reunión, la directora se disculpó por cualquier malentendido y reiteró que el incidente estaba siendo investigado por la fiscalía. La supervisora confirmó que las clases se reanudarían el lunes, subrayando que la política y la religión deben mantenerse separadas de la educación escolar.